Hisopo

Hyssopus officinalis. Hisopillo. Rabillo. Isopo.

Familia: Lamiaceae.

Planta herbácea, perenne y vivaz que alcanza los 70 cm con tallos erectos, hojas semipersistentes puntiagudas, flores melíferas y grandes de color azul violáceo y a veces blancas que aparecen en verano en forma de espigas terminales dando lugar a un fruto aquenio oblongo. Tanto sus tallos, sus hojas como sus flores desprenden un aroma intenso. Se puede cultivar en maceta siempre y cuando sea grande.

Suelos: Secos, calcáreos, no ácidos, bien aireado y rico en humus, en lugar soleado, con pH entre 5,5 y 7,5.

Origen: Europa meridional, Medio Oriente y sur de Rusia.

Habitat: Región mediterránea. Laderas pedregosas y taludes hasta los 2000 metros.

Siembra: En abril y mayo, por siembra de semillas o esquejes en verano y replantar una semana después. Lo mejor es la diivisión de raíces en otoño o primavera. Hay que plantarlo a 40 cm una planta de otra, regarla muy poco y protegerlo del frio intenso.

Conservación: Sus hojas se usan tanto frescas como secas. Para secarlas se recogen cuando la planta está florecida y se pone a secar en ramilletes colgados en sitio fresco y aireado.

Propiedades medicinales: Expectorante, antitusivo, antiséptico, digestivo (dispepsias y flatulencias), para enfermedades respiratorias como la bronquitis, el asma, tos seca y resfriados. Su aceite esencial debe utilizarse con moderación porque puede provocar la epilepsia.

Uso culinario: Se utiliza en pequeñas cantidades ya que su sabor es muy fuerte, picante y un poco amargo. Sus hojas frescas se usan para sazonar las carnes de cerdo y cordero, los pescados y estofados. En ensaladas se usan los brotes tiernos. También se consume en infusión de raíces o de hojas y en aceite esencial.

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