Borraja

Borago officinalis. Lengua de buey.

Familia: Boragináceas.

Planta anual o bianual de hasta 80 cm de altura. Tiene el tallo hueco y piloso. Sus hojas también están cubiertas de vellosidades. Florece desde primavera hasta finales del verano, con flores muy llamativas de color rosa cuando son capullos, adquieren un color azul intenso. Se puede cultivar en macetas grandes a pleno sol. Se resiembra espontáneamente por lo que puede llegar a hacerse invasora.

Esta planta no sufre enfermedades ni parásitos aunque es susceptible a ataques de babosas y caracoles.

Suelos: Frescos, ricos, bien drenado, ligeros, calcáreo, arenoso, con pH entre 6 a 7.

Origen: Norte de África. Introducida en Europa por los árabes, se encuentra también en la Cuenca mediterránea. En España, se consume sobre todo en Aragón, La Rioja y Navarra.

Habitat: Crece espontáneamente en lugares incultos y áridos como cunetas, ruinas y escombreras que estén en sitios soleados.

Siembra: En primavera directamente en el sitio definitivo a 1 cm de profundidad y cuando ya no hay riesgo de heladas. Se recomienda escalonar la siembra ya que es mejor consumirla cuando la planta es joven.

Conservación: Sus hojas y flores se pueden recoger en cualquier momento para consumir rápidamente ya que se marchitan con facilidad.. Sus hojas y tallos se usan frescos y sus flores se pueden secar con gel de sílice.

Propiedades medicinales: Es tónica, fortificante y refrescante. Sus hojas son ricas en calcio y potasio. Las cataplasmas de hojas son excelentes para tumefacciones y contusiones. Se hacen infusiones para calmar la tos y resfriados y también por sus propiedades diuréticas y sudoríficas. Tiene alcaloides por lo que un consumo prolongado y excesivo puede ser tóxico.

Usos: Sus flores como decoración.

Uso culinario: Tanto sus hojas como sus tallos poseen pelos rígidos que deben quitarse antes de su consumo debido a que le da una textura desagradable al paladar. Suelen manchar las manos de color oscuro durante su manipulación. Sus tallos y hojas se utilizan cocidos como la espinaca. Sus flores son muy decorativas y se usan en ensaladas y cócteles, y también se caramelizan para usarlas en repostería. Su raíz sirve para aromatizar el vino.

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