El jardín en marzo
Ya podemos observar las primeras flores de la temporada que nos llenan de alegría y optimismo. Las plantas bulbosas y los árboles frutales son los primeros en dar este paso.
Da gusto pasear por el campo y ver prados donde crecen espontáneamente chiribitas, tapsias, cicuta, manzanilla, etc.
Y en cuanto a los arbustos, éstos también quieren ser los protagonistas cubriéndose de flores como el durillo (Viburnum tinus), la forsitia (Forsythia intermedia), la espírea (Spyraea bumalda), etc.
Si tenemos que plantar árboles y arbustos de hoja caduca, lo aconsejable sería acabar de hacerlo en la primer quincena del mes.Acabar las podas que nos queden pendientes.
Aún estamos a tiempo para comprar y plantar un Cerezo japonés (Prunus serrulata) o un Magnolio chino (Magnolia soulangeana). Ambos nos alegrarán el jardín llenándose de flores rosadas.
Últimos días para reproducir algunas plantas por división de matas.
Ya en la cuarta semana, si no hay riesgo de heladas, se pueden empezar a sacar al exterior algunas plantas como geranios y fucsias, las transplantamos y, si hace falta, podamos.Hay que tener en cuenta que el clima es inestable aún y tan pronto podremos tener días templados como también alguna helada, tormentas o lluvias. A riesgo de esta amenaza climática, cítricos, almendros, ciruelos y algunos otros frutales exhiben prematuramente sus flores arriesgándose a perder sus frutos si llegan a helarse sus flores.
Los bulbos plantados en otoño ya están en floración: narcisos, lirios, coronas imperiales, campanillas de las nieves, tulipanes, jacintos, etc.
Pero si aún así decidimos sembrar, es el momento de las campanillas, capuchinas y guisantes de olor. Tengamos en cuenta que es mejor elegir especies que se desarrollen en distintos tiempos: unas que germinen rápidamente -para poder ver los resultados si es que estamos muy ansiosos- y otras de germinación más lenta pero más resistentes y duraderas. Al terminar de sembrar siempre regamos.Si no tenemos «suerte» o buena mano con la jardinería, una buena apuesta es decidirnos por lo más sencillo aunque no por eso menos elegante sembrando caléndulas y tagetes. Estas, además de ser muy resistentes, convertirán nuestro jardín, patio o balcón en un manto de flores amarillas y anaranjadas que destilarán belleza a la par que podremos utilizar sus pétalos frescos en la preparación de saludables ensaladas.
Si te ha gustado este artículo,
te invito a seguir los artículos del blog suscribiéndote a la Newsletter.
Participa en las redes sociales de Portal Jardín:
Facebook Twitter Google+ Pinterest Instagram YouTube
También puedes ayudarme compartiendo este artículo. ¡Gracias!