La col, repollo o berza (Brassica oleracea L.), pertenece a la familia de las brasicáceas (Brassicaceae) o crucíferas (Cruciferae), hortaliza de otoño-invierno que puede presentarse en dos variedades: lisa o rizada.
Son plantas voraces que necesitan un suelo alcalino, húmedo, compacto y rico en nutrientes como el boro, fósforo, nitrógeno y potasio. El terreno a cultivar se puede abonar con estiércol maduro.
Se siembra en semillero con 10 cm de separación entre plantitas
y luego se transplantan en el huerto con una distancia mínima de medio
metro entre ellas ya que sus hojas son grandes y la planta crece
bastante. Es aconsejable sembrar escalonadamente de acuerdo al consumo familiar, por ejemplo 10 plantas mensuales ya que luego madurarán todas al mismo tiempo y su fruto es bastante grande para cosumirlo.
El período de siembra, transplante y cosecha es el siguiente:
Protegidas en invernadero en febrero-marzo, transplantándose en marzo-abril.
En exteriores se siembra desde abril hasta julio, transplantándose en julio-agosto.
Se cosecha desde octubre hasta febrero cortando las cabezas de las berzas con un cuchillo de hoja larga sin arrancar la planta entera porque es probable que vuelvan a salir brotes nuevos.
Distintas etapas del crecimiento de las coles en el huerto.
Aunque es una planta resistente al frío, conviene recalzar las coles para contribuir a favorecer la calidad de su fruto y proteger a la planta de las heladas.
Debido a que es una gran consumidora de nutrientes del suelo, es aconsejable practicar la alternancia y compatibilidad de cultivos, o dicho con otras palabras, hacer rotación de cultivos en el mismo espacio del terreno sin repetirlos.
En cuanto a sus propiedades, puede ser consumida cruda o cocida y no sólo es importante su aporte de vitamina C y de ácido fólico sino que también tiene propiedades anticancerígenas. Además es diurética, antidiarreica y un buen antiácido para proteger el estómago.
Una col rizada recién cosechada del huerto.
Aplicando sus hojas en una cataplasma tibia y dejando reposar un par de horas, alivia los dolores causados por el reumatismo.
Posee propiedades antiinflamatorias y su forma de utilizarla es aplastando con un rodillo de amasar sus hojas y aplicándolas sobre la piel inflamada. Estas se dejan actuar toda la noche como un emplasto. También es excelente para aliviar hemorroides, llagas y dolores del nervio ciático.
Con su jugo frotado sobre el cuero cabelludo se estimula el crecimiento del cabello y combinando la col cocida con miel podemos prepararnos una pomada cicatrizante.