Preparando y planificando el huerto
Preparando el huerto y también el jardín es otro capítulo en esta aventura de transformar una finca rústica en huerto.
Recordemos que había trasplantado algunas aromáticas y rosales del huerto anterior a esta finca. También había plantado esquejes de zarzamora para hacer un vallado natural alrededor de los lindes. Y, no menos importante, había pasado la desbrozadora en los 5.200 metros de finca. Esta actividad debería volver a repetirla, más pronto que tarde, porque las malas hierbas crecen muy rápido.
Pues lo siguiente que quiero contaros es cómo preparé el suelo, mis primeras siembras y compras en viveros, la planificación y organización del espacio y alguna humilde primera cosecha.
Preparando el huerto con la motoazada
Lo primero que necesitaba era tener la tierra sueltita, romper los terrones de esta tierra arcillosa y quitar la capa de hierbas para poder empezar con el huerto. Para ello había que pasar la motoazada, mula mecánica o motocultor.
Para estrenarme en el uso y manejo de la motoazada, unos amigos me prestaron una que era tremenda. Digamos que me puse el listón bien alto y que empecé y aprendí con la más difícil. Una motoazada para personas fuertes 😉 Lamentablemente no la pude aprovechar bien porque en febrero, que es cuando la había pasado, había llovido bastante y la tierra estaba muy mojada. Al estar la tierra así resulta más difícil pasar la mula. Cuesta más porque hay que hacer más fuerza ya que la tierra pesa más y además no es conveniente hacerlo porque se forman terrones.
Un mes después, cuando el terreno estaba en mejores condiciones, alquilé otra motoazada. Esta era mucho más liviana y fácil de usar. Con esta mula ya dejé en condiciones el suelo donde más tarde iría a sembrar y plantar.
Dejé preparados varios bancales sin tener aún muy planificado cuántos necesitaría y ante la duda hice algunos demás.
¡Ya estaba listo por fin el terreno para empezar con el huerto y el jardín!
No quise añadir abono porque esta finca lleva muchos años sin cultivar por lo que no lo consideré necesario este primer año de cultivo.
Planificando los bancales del huerto
Incluso en el huerto de 50 m2 que tenía antes, a veces olvidaba qué era lo que había sembrado si olvidaba poner el marcador plástico o si se borraba con la lluvia. Imagínate entonces qué podría llegar a recordar en esta finca si no hiciera una buena planificación. Por eso, aunque parezca exagerado, hice un plano de la finca con sus bancales y sus plantas.
Este plano de las siembras y plantaciones lo voy actualizando constantemente cada vez que hago cualquier cambio. Además me ayuda para verificar si estoy o no haciendo un buen uso de la rotación y asociación de cultivos.
Primeras siembras
Lo primero que sembré, incluso mucho antes de ir preparando el huerto y pasar la mula mecánica, fueron ajos. Si no hay mula, hay azada 😉
Los ajos tienen fama de gustarles poco el riego así que, como en ese momento todavía no tenía agua para regar, era uno de las pocas hortalizas que podía permitirme sembrar.
Coincidiendo luna cuarto menguante (momento propicio para sembrar todo lo que crece bajo tierra) con el frío mes de enero, era una oportunidad que no podía dejar pasar.
Unos meses después te puedo decir que ya coseché algunos y que no es tan cierto que no les guste el riego, algo de agua sí que necesitan, porque los noté un poco deshidratados a pesar de tener muy buen aroma y sabor.
Los semilleros en casa y en la finca
Empecé a abrir paquetes y entre las semillas compradas, las guardadas de mis cultivos anteriores y las que me regalaron, tenía para sembrar otro año y más…
Primero hice semilleros en casa en un balcón cerrado que tengo. Es un lugar ideal porque llega mucha luz durante todo el día pero a la vez las plantas no pasan frío ni hay corrientes de aire. El único inconveniente es que tengo 2 gatas muy curiosas y al mínimo descuido le dan un mordisquito a alguna planta.
También hice semilleros en macetas en la propia finca a la sombra de una rosa mosqueta. Lo primero que puse fueron remolachas. Lo de ponerlo en macetas y no en semillero es para que la tierra soportara más tiempo sin ser regada.
Flores en el huerto
¡No sólo de huerto vive el hombre!
También me apetecía mucho tener un jardín con flores que alegraran mi vista y atrayeran insectos polinizadores.
Algunas plantas que compré y trasplanté eran ranúnculos, margaritas, alysum, dimorfoteca, narcisos y tulipanes. A los bulbos los planté con un par de barritas fertilizantes para ayudarles a crecer.
Empezamos con los bancales
Las primeras plantas compradas en un vivero y trasplantadas fueron: borrajas, alcachofas, cebollas y un frambueso.
Recién ahora me podía permitir poner alcachofas porque en el anterior huerto no disponía de suficiente espacio para esta planta que necesita un marco de plantación de 1 metro x 1 metro.
Con el frambueso, algo similar, porque una vez que empiece a crecer necesitará bastante espacio para desarrollarse.
También comienza la siembra de semillas: girasoles, judías, remolachas, acelgas, rabanitos, espinacas, lechugas, guisantes,…
Las plantas aromáticas
La mayoría de las plantas aromáticas trasplantadas del huerto pequeño a esta finca se adaptaron bien. Y digo la mayoría porque curiosamente las plantas de romero no prosperaron a pesar de ser una leñosa muy rústica y poco exigente.
En las siguientes imágenes podemos ver el cebollino en flor, el orégano, las fresas (no es que sea aromática sino que comparte espacio con ellas), la melisa, perejil, romero, laurel, menta, salvia, … El romero y el laurel estaban en el balcón de la casa de mi amiga Montse y aquí encontraron mucha más libertad y menos contaminación de ciudad.
Las primeras cosechas
¡Qué ilusión que en sólo 2 meses de estar preparando el huerto ya se pueda disfrutar de algo que nos da esta maravillosa tierra!
Mientras estaba regando los rabanitos observé alguno que parecía estar a punto. Fue empezar a meter el dedo bajo la tierra y palpar que más de uno ya podía ser cosechado.
Por otro lado, con algunas hojas tiernas de espinaca y unos aromáticos ajetes pudimos hacer una deliciosa tortilla.
Y mientras yo me deslomo preparando el huerto bajo el sol con la motoazada, la pala y la azada hay otras…. y no miro a nadie….. que descansan plácidamente a la sombra del nogal 😉
Gracias por haberme acompañado en este relato y en las redes sociales con mis aventuras y desventuras en la finca rústica. Un abrazo, amig@s!
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